Me estoy dando cuenta, cada vez mas de la mala costumbre que tengo de idealizar a las personas o situaciones. Con esto quiero decir que involuntariamente creo un mundo paralelo al de la realidad, o mejor dicho, una realidad adulterada. Hasta ahora, esto no parece tener ninguna falla, seria algo asi como otra chica tonta, ilusa y soñadora mas del monton, pero he aqui mi problema: caer en la vida real es un gran impacto. Pero no siempre "impacto" en el mal sentido, sino que me sorprende lo diferentes que pueden ser las cosas cuando de verdad suceden. Esto me lleva a pensar en lo ocurrido el sabado, en la feria del libro. Muchos dias antes yo imagine ese encuentro, memorize palabras y frases sin sentido, imagine una reaccion, o mejor muchas reacciones por parte de la otra persona, y para mi sorpresa, nada de eso paso. De mi boca no salio ninguna oracion decente y con algun proposito informativo acerca de mis sentimientos para/con Leonor, tan solo algo tan inutil como el pedido desesperado de atencion y de una foto.
Sin embargo no me arrepiento de nada de lo ocurrido, si, es cierto, no podria negar que me hubiese hecho millonoes de cosas mas, pero me siento satisfecha, repleta y desbordante de alegria. La felicidad brota por mis poros, y inevitable mirar a la gente sin una sonrisa inmensa en mi cara, casi involuntaria.
Es increible, que despues de tanto tiempo, halla podido lograr algo por cuenta propia, algo de lo cual me pueda acordar toda mi vida, que pueda contarles a las generaciones que me siguen. Para poder sentirme orgullosa de mi, por fin, complete alguna idea que pasaba por mi cabeza, y no una idea cualquiera, una idea loca, casi inexplicable, hasta diria imposible, inalcanzable.
Siento que nada, puede opacar mis sentimientos. El cielo se podria derrumbar a mi alrededor, y yo sentiria la fuerza brutal de poder remendarlo por mi cuenta, sin ayuda.
Todo, absolutamente todo, se puede hacer realidad, hasta el mas descabellado de los deseos que se encuentra escondido en el fondo del corazon. Solo se necesita voluntad, esfuerzo, y innegablente, suerte. Suerte, que palabra que puede significar tantas cosas, y puesta en diversas situaciones, puede hacer feliz a alguien, pero herir a otro en el otro extremo del planeta. Un arma de doble filo, una moneda con dos caras. Es obvio que cada uno piensa en el beneficio personal, y se tilda a la suerte como una de las cosas mas magicas e increibles que puede llegar alguien a experimentar. Sin dudas, hoy me encuentro en el lado positivo de la vida, de la suerte, porque al final de todo, la vida es suerte. Cuando uno elige nacer, tiene la suerte de tener la capacidad de sobrevivir, de hacer funcionar cada parte de su pequeño cuerpo, entonces, la suerte llega sin ser llamada. Pero donde hay vida, hay muerte, y no todo es color de rosas. Asi como se llega, luchando por vivir, uno se despide de la misma forma, con un suspiro de desconocimiento hacia la nueva etapa que nos espera. Sin dudarlo, la vida es una ruleta rusa, solo hay que saber jugar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gentes que dejaron su marca.