Juguemos.

Juguemos a la Rayuela, juguemos a las cartas, juguemos al domino, pero juguemos. Vivamos en la ninez eterna. Imaginemos que todo esta bien, y que el dolor en el mundo no existe, que los ancianos tienen ganas de vivir y que las flores en otoño renacen mas fuertes que nunca. Tengamos por siempre la ingenuidad que se necesita, para ser feliz. Hay que abrir los ojos y mirar el cielo. ¿Cuantas personas estaran haciendo lo mismo? Miles y millones de historias que se conjugan en una mirada. Porque despues de todo, vivimos conectados.
Yo opté por dejar atras lo seguro sin piedad. Arriesgarse a lo desconocido. Vivo de los imposibles, esas cosas inalcanzables que le dan un giro a nuestra vida. Hacen latir el corazon, son el incentivo de seguir adelante. Soy conciente, de que todabia tengo muchas cosas por descubrir. Ni siquiera tengo un pie dentro de la jungla que me espera. Me preparo para el incierto destino. Me cargo una mochila con valores y enseñanzas que se adhieren a mi como un abrojo. Y asi, comienzo el camino. En busca de la Felicidad, simple palabra felicidad. Busco mi suerte, la fabrico. Forjo mi destino. Me uno al mundo con un lazo firme y certero. Soy dueña de mi propia vida. Y nada me puede detener, asi como nadie puede detener las olas del mar.