Dicen que cada vez que alguien dice "no creo en las hadas" una muere. Entonces me pregunto, quienes somos nosotros para decidir la existencia de esos maravillosos seres. De música, de agua, de fuego, todas son perfectas. Bellas damitas aladas, que protegen a la naturaleza. Esas de colores brillantes, y cabellos largos. Que son lucecitas en la oscuridad e iluminan la noche como las estrellas. Las que siempre están, pero no se ven. Esas que se asustan de la realidad, y prefieren huir. Esas que están cargadas de magia, y por mas que queramos imaginarlas seria imposible. Seria lindo encontrarse con una, y tal vez preguntarle ¿Por que?. Quizás hace falta un corazón de niño en los adultos para confiar en ellas. Esa inocencia que se va perdiendo con el tiempo y que ya no vuelve, por mas que la busquemos. Queda archivada en un cajón, entonces uno se olvida de ellas, y las hace entristecer, lloran y lloran hasta formar un río inmenso, por el cual luego, todos nadamos. Pero eso si, si acaso alguien se atreviera a hacerlas enojar, entonces desataría la explosión de los volcanes que yacen muertos hace ya miles de años.
Y en lo que me a mi respecta, no tengo un hada protectora, tengo miles. Las aprendo a encontrar en la mirada de uno que me haga bine. Esa persona llena de luz que seca mis lágrimas y me ayuda a volar por el cielo con su "polvo mágico". Y cuando llega el momento ceden sus alas para que yo las use.
Entonces, yo si creo en las Hadas.
Creo, hoy y siempre :)
ResponderEliminarTe amo.