Ya no me importaba mas nada.
Y fue cuando pise la vereda nuevamente, que fui conciente que parte de mi alma, se habia quedado en la Fila 6, Asiento 37.
17/10/09
"Parecía que el drama la llamaba. Se complicaba eternamente a la hora de escribir, imitando las vueltas laberínticas de Borges, pero con una vulnerabilidad que él nunca había podido plasmar. Dejaba el alma en el papel, y algo más, también algo más que no podía precisar; pero que llenaba sus textos de mística. Resultaba difícil comprenderla. Pero cuando la entendía, cobraba en mi cabeza un sentido sobrenatural. Como un bonus internacional, la llamaba mi Ángel de la Música. Y la amaba."
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Gentes que dejaron su marca.