Pero eso si, esos que conocen la felicidad, deben saber aceptar la tristeza, después de todo, son dos caras de una misma moneda. Ese momento en el que la realidad te trae directamente a la tierra, como un vuelo sin escalas, es doloroso, muy.
Sentir que por un segundo lograste ser feliz, y un par de palabras vulgares, rompen tus ilusiones, como un copa de cristal.
Pero en estos momentos de tristeza, lo único que me reconforta, realmente, es la esperanza de que lo mejor siempre esta por venir. De todas formas el transcurso es sacrificado, y lastima, mucho.
Ya vendrán tiempos de alegría, y los de nostalgia se irán atenuando suavemente.
Hoy estuve tan, pero tan cerca, que ya casi olia tu perfume.
La próxima sera, Hermosa.
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Gentes que dejaron su marca.