viernes, 30 de diciembre de 2011

27/10/11-   01/09/11   -   30/04/11
Bueno, nose que se me dio por la nostalgia, pero no puedo creer que hable con vos. De todas formas no fueron reflexiones inteligentes, porque  sos tan hermosa de cerca, bueno, hoy estoy loca.
Gracias por hacer mi 2011 emocionante, gracias por todo.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Año nuevo.

Brindo por mi, por vos, por nosotros.Brindo por esa mujer que hizo mi año luminoso con su Borges y su Regina.
Brindo por la musica.
Brindo por mi canto.
Brindo porque descubri que con un pedazo de papel, un lapiz y un blog encontre mi felicidad.
Brindo por el fin del mundo.
Brindo porque se me viene encima mi ultimo año de colegio.
Brindo por mis sueños cumplidos, y los que estan por venir.
Brindo por el amor, por el amor.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Bailaba, bailaba y no se cansaba de bailar, sus caderas latían y se balanceaban al perfecto compás de los tambores. Agitaba su cabeza, batía su largo cabello con una facilidad inmensa. Las primeras gotas de lluvia bañaban con delicadeza su piel morena. Parecía que hubiese nacido de la mismísima tierra. Las estrellas poblaban el cielo, la fogata no tenia aun ánimos de apagarse, los seis hombres del lugar, se encargaban de brindarle a aquella mujer brillante la música para que danze, y las mujeres sonreían, la admiraban, y aplaudían de acuerdo a la canción de turno y ella, Luna, seguía bailando. No podía haber mejor portadora para ese nombre sobre la faz de la tierra, Luna nacía de noche, Luna vivía, gozaba, latía y sentía de noche.
La lluvia, inundaba cada poro de la piel de la muchacha de agua cristalina.
El grupo de amigos, estas almas completamente diferentes entre si se habían reunido para festejar, para festejar en medio de tanta adversidad. Eran la única luz visible al costado de la ruta, no tenían mucha comida, ni mucha ropa para soportar el frió de la madrugada. En ese momento, en el que Luna bailaba, eran todos completamente iguales, abogados, médicos, profesores, que se fundían en música, en música y sus caderas, en sus caderas y la profundidad de la noche.
Una suave brisa enredaba los arboles con el cielo. Las canciones pasaban una a una pero nadie se atrevía a pararse a bailar, para no opacarla a ella. Mas de uno en esa ronda se derretía de tan solo sentirla cerca. Pero ella, lejana, imposible, era solitaria, debe ser por su tormentoso pasado, ese que de solo recordar baña sus ojos de lágrimas dulces, así como el Mar Egeo humedece las costas de Grecia. Quizá había encontrado el refugio en la música, había aprendido a resistir sola las grandes tormentas, como los navegantes.
Las horas avanzaban, Luna se sentó por primera vez en la velada, en un tronco maltrecho por el paso de miles y miles de acampantes. Se sentía viva cuando sus pies descalzos sentían el paso reseco. Se paro, corto una flor y se la coloco en el cabello, que superaba su cintura. Lacio, negro, abismal, un laberinto de espejos instalado perfectamente en su cuero cabelludo. Igual al de su madre, casi tan hermosa como ella, a diferencia, que Lucero tenia los ojos azules como el mar, y Luna, profundos como Zafiros.
Las estrellas se despedían con gentileza para darle paso al Rey Sol. Luna, que yacía dormida sobre el suelo, entreabrió sus ojos, y paralelamente a eso, el día comenzo.

domingo, 4 de diciembre de 2011

 (Julie se encuentra barriendo el comedor, lleva puesto un vestido de seda negro, con lunares blancos, y un escote en la espalda que la hace particularmente atractiva. Su cabello esta recojido, medio enmarañado de tanto barrer. El timbre suena, corre a la puerta, la abre, y para su sorpresa era su reciente ex-esposo Mark. Medio desarreglado, con una musculosa blanca con manchas color café, y una bermuda de jean, de hace unos 5 o 6 años. Entra, con una confianza infinita,  y se para justo enfrente de Julie.)

Julie: - Juraste no volver- dice espantada.
Mark: - Y  tu no pensarme mas-. afirma con claridad-
Julie: - No lo he hecho, no lo hago desde que cruzaste esa puerta-.
Mark: -Mientes, como siempre, una vez mas, estas engañándome.-
Julie: - ¿Como puedes estar tan seguro?
Mark: Lo veo en tus ojos
Julie: Imposible, mis ojos ya no te miran.
Mark: Si, me están mirando, y yo te veo a ti.
Julie: Vete-.
Mark: No lo haré-.
Julie: Si lo harás, a menos que prefieras hacerlo por la fuerza.-.
Mark: Sera por la fuerza entonces.-.
Julie: De acuerdo, sera como tu prefieras-. levanta el teléfono con decisión, y llama a la policía.
Mark: Eso es todo lo que tienes? Cada día te vuelves un poquito mas inferior-. dice con una sonrisa en su rostro.
Julie: Callate, me estas desesperando, vete, y no vuelvas-.
Mark: Te repito, no me iré. Y no volveré, tu me llamaras-.
Julie: Jamas te llamare, no quiero que pises nunca mas esta casa-.
Mark: Sabes que no es así, te mueres de ganas de saber a que vine, ¿o no es así, querida?-.
Julie: A que has venido? y no soy tu querida-.
Mark: He venido a besarte-.
Julie: ¿A si? ¿A besarme? Tengo un leve presentimiento de que te iras sin hacerlo, apresurate que ya vienen por ti.- mira por la ventana inquieta a ver si llega la policía.
Mark: Cuando cuente hasta tres, me comenzare a acercar a ti, si quieres que me detenga, no dudes en avisarme, a pesar de todo, no me detendré.-comienza a avanzar en forma peligrosa- Uno..
Julie: Alejate, detente ya, tu olor es repulsivo.- nerviosa mueve la cabeza de izquierda a derecha, una y otra vez.
Mark: Es el olor que antes tanto te gustaba, el perfume que tu misma me regalaste.-avanza un poco mas-Dos...
Julie: De acuerdo, si esto es lo que quieres, pues así sera- extiende su mano, la apoya en el hombro de Mark y lo empuja bruscamente.
Mark: Volveré.
Julie: No lo harás, no abriré la puerta-. asegura con firmeza
Mark: Aun conservo las llaves, ¿recuerdas?-. baja la mirada y camina en dirección a la puerta.

(La puerta se cierra, Julie se arregla el pelo, se limpia una lágrima que se desplazaba por su mejilla derecha, agarra el escobillón, y continua limpiando.)