Ella esta, siempre esta. No se a donde, pero esta. ¿O nunca
se fue? Si, se fue, no estoy segura, pero se fue. Ya volverá, lo prometió. Ella
lo prometió.
Y si lo prometió, por algo debe ser. Estoy segura que no me mintió,
no se veía ese pícaro brillo en sus ojos verdes.
Tampoco alzo la mirada, aun así me hablaba, sin mirarme y
casi sin hablarme. No me abrazo, ni me toco.
No se despidió, solo prometió volver, y espero que así sea.
Si no vuelve, yo sufriría, pero si, va a volver. Porque
aunque no me miro, confío en sus ojos verdes, y en sus labios rozados, que
apenas emanaban un sonido sobrenatural. Sonido sobrenatural que parecía una canción
muy hermosa, que podría ser una obra maestra. Pero hablo tan rápido, que solo
pude hilvanar algunas palabras y formar oraciones. Oraciones cortas, y
confusas. Y entonces no podre recordar esa canción jamás. Jamás podre
convertirla en canción. Jamás podre recordarla, jamás, por mas que lo intente, jamás.
Pregunté a los vecinos, si creen que vuelva, y ellos me
dijeron que no la vieron marcharse. Yo les asegure que si, que se marcho en
medio de la tormenta, pero aun así no me creyeron. ¿Por que no me creen? ¿Acaso
me creen loco? Si, claro. Seguro me creen loco. Pero yo la vi marcharse, la vi
correr por el desgastado empedrado que cubre la calle.
Si vuelve, entonces cumpliría su promesa, y entonces yo estaría
hablando en vano. Por favor, no me malinterpreten, no es que no crea que
vuelva, no. En lo mas mínimo. Solo agonizo, de pena. Bueno, tal vez no de pena,
pena es una palabra inmensa que no podría abarcar. Tristeza, tal vez.
Aunque de solo pensar en su perfume se me entumecen las
piernas, y solo puedo ser un objeto mas de sus manipulaciones. Y ella es un
objeto más de mis deseos. Deseos que nadie mas que ella y sus ojos verdes puede
opacar
Y me da miedo perderla, como perdí mi niñez. Como perdí mi habitación,
y mi árbol. Como perdí muchas cosas en la vida. Vida que perdería si a ella la
pierdo.
No se mas que decirle, no se que suplica hacer. No se a
quien suplicarle. A dios? al cielo? al universo? Sea quien sea, si acaso hay
alguna fuerza que me envuelve, que escuche mis suplicas, y me de el placer de
ver sus pestañas agitarse una vez mas. Una, dos y miles de veces más.
De noche siento la llave en la cerradura. Siento el
repiqueteo de sus zapatos entrando en puntas de pie, sobre el piso de madera.
Siento su respiración cerca, siento el calor que emana de su boca rosada. Y el sudor de su frente, por la adrenalina de
volver a vernos.
Se que ella va a volver, lo se. Y si no vuelve, entonces será
una mas de sus mentiras, como ella, es una mas de las mías.
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Gentes que dejaron su marca.