Me preguntaron que pensaba del amor
Y yo conteste su nombre.
Me preguntaron que
pensaba de la felicidad,
Y yo conteste su nombre.
Me preguntaron que pensaba de la vida,
Y yo conteste su
nombre.
Me preguntaron que
pensaba del cielo,
Y yo conteste su
nombre.
Me preguntaron que pensaba de mí,
Y yo conteste su
nombre.
Entonces deduje,
Que no podía deducir sin contestar su nombre,
Que si respiraba,
Entre inhalar y exhalar,
Unas cuantas letras se iban escapando
Volaban lentas,
Entrando por mi nariz
Y saliendo por mi boca
Formaban cautelosas su nombre.
¿Y por que me pasa esto a mi?
¿Con el?
¿Con esas letras?
Si hay millones de personas
Con millones de nombres
Con millones de suspiros
Pero uno solo que mis ojos buscan sin respiro.
A nadie se parece,
A nadie reclama,
A nada pertenece,
Mas que a su nombre.
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Gentes que dejaron su marca.